Acabo de leer en un canal de noticias que quieren transformar a Filadelfia en la capital del wireless (sin cable, inalámbrico), en la ciudad mundial del WiFi. La noticia nos explica que van a invertir unos 10 millones de dólares par dar acceso gratuito a 1,5 millones de personas (350 kilómetros cuadrados).
Lo del WiFi es algo que siempre me ha interesado, y muchas veces me ha tentado las ofertas de material WiFi de las operadoras. Bien, pues el otro día, un post leído en el blog de Chavalina me hizo dar el paso. En su comentario, la escritora explicaba como conseguía pillar
redes de altas velocidades, y yo, harto de esperar el ADSL a 512 tan comentado, me fui corriendo a una tienda muy famosa (los hangares rojos) comprarme mi tarjeta wireless. Encontré gracias a la ayuda de un vendedor realmente simpático una antena USB 802.11b de la marca Belkin. La tarjeta se instaló en un abrir y cerrar de ojos. En mi casa si que me colé en la red de unos de mis vecinos pero en el trabajo nada (pensé que iba a ser a la inversa).
Estoy como un niño con zapatos nuevos. Me siento pirata y ladrón a la vez, porque está claro que tomo prestado un buen trozo del ancho de banda a mi vecino (seguramente el mismo que toma prestadas
mis revistas de informática de mi buzón). Que se fastidie y haga las cosas bien. Si por lo menos leyera las revistas que me roba, sabría proteger su red.
Richard, eres caca….a la carcel
Es muy bueno lo de tener internet gratis…
pero mucho mejor es la sensación de hacer cosas "malas" ^^
Acabo de conocer tu blog, me quedaré con él 😉
Gracias chavalina, yo hace tiempo que me quede con el tuyo 😉